¿Quién soy
yo? ¿Cómo llegado hasta aquí? Éstas son algunas de las preguntas que nos
hacemos a lo largo de nuestra vida, pero a las que no tenemos una respuesta o
por lo menos ninguna clara. Sabemos que nacemos, y que nos alimentamos, que
crecemos, que morimos… Pero… ¿Y eso qué? Puedo describir me también físicamente; Soy de mediana
estatura, morena y de ojos oscuros, pero eso en realidad yo creo que no me
describe ya que puede haber otra persona que se parezca mi físicamente
pero, en realidad yo no soy sólo eso. El físico puede cambiar, pero mi
identidad, es decir, como soy yo por dentro de verdad, es único de cada
persona. Bueno... único tampoco, porque la familia en la que nacemos no la
elegimos y la sociedad que nos rodea puede hacernos cambiar de opiniones o por
lo menos influenciar algunas de las decisiones que tomamos en nuestras vidas.
No es lo mismo nacer en España que en África, la diferencia cultural,
religiosa… es totalmente diferente. De ahí que si yo me comparo a una joven de
Nigeria, seguro que no pensamos lo mismo, ni tenemos las mismas prioridades, ni
los mismos deseos. En resumen, no tenemos nada en común; solamente que somos
dos jóvenes de características físicas tal vez similares, criadas en culturas
diferentes pero las dos pensamos. La pregunta que me viene a la cabeza es ¿Y si
yo hubiera nacido Nigeria? ¿Qué pensaría entonces? ¿Cuál sería mi identidad? Me
gusta la teoría de Heidegger que habla del existencialismo, que cada hombre es
radicalmente único. Defiende que primero existimos en el mundo, pero no
escogemos las circunstancias en las que nacemos (ideas, valores, lenguaje...);
segundo, nos encontramos en un proyecto dado en un marco político y social; y
tercero, estamos obligados a tomar decisiones. A lo largo de nuestra vida,
todas las decisiones tanto buenas como malas que tomamos influyen en ella.
El cuerpo
cambia con los años pero el alma depende de las circunstancias que también es
vulnerable al cambio. Cuerpo y alma van unidos, evolucionamos pero el cuerpo lo vemos, lo
tocamos, lo medimos. El alma sin embargo ¿qué es? ¿Soy lo que pienso, lo que
hago, lo que digo? De las decisiones que tome a lo largo de mi vida, depende
todo de ella, tanto para bien como para mal. Las compañías o amistades que
tenemos también influirán en nuestra vida; aun así, yo creo que hay personas
que son más influenciables que otras. Shakespeare decía: “Todo el mundo piensa
en cambiar la sociedad pero nadie piensa en cambiarse así mismo”. Por eso,
quizás deberíamos empezar por cambiarnos a nosotros mismos, pues así sería más
fácil cambiar la sociedad. Todo lo que influye en la sociedad depende de las
decisiones que determinados individuos tomen, es decir, la decisión tomada por
una persona o un grupo de personas que pueda cambiar la sociedad. Pues yo creo
que si se podrían evitar guerras, conflictos... si las personas se cambiaran a
sí mismas.
En conclusión
yo creo que tengo una fuerte personalidad y por ello quizás menos influenciable
que otros. Tomo mis propias decisiones, pero aun así mi entorno puede determinar
algunas. Yo soy yo y mis circunstancias. Todo depende de donde nacemos, quiénes
son nuestros padres y el entorno en el que vivimos. Cada persona es un mundo
con sus propias reglas y su forma de pensar. Pero aunque parece que todo está
decidido, el mayor logro sería tomar nuestras propias decisiones.
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